Programas de educación no formal
La educación constituye un proceso cualitativo que permite a las personas orientarse de la mejor manera en cualquiera de las actividades que emprenda. En el campo de las relaciones comerciales, la educación es imprescindible dado que la misma significa la capacitación de todos los agentes económicos y sociales respecto a los derechos y deberes que tienen en el proceso de consumo de bienes y servicios.
El programa de educación sobre consumo del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) representa uno de los temas más importantes en el campo de la defensa efectiva del consumidor, por ello - en el ámbito no formal desarrolla actividades educativas con otros sectores económicos y sociales, tales como las empresas comerciales, las organizaciones de consumidores, estudiantes y otros grupos como los consumidores de la tercera edad.
En todos los programas educativos - formativos e informativos - se parte de una premisa fundamental en el sentido de que la educación para todos los sectores involucrados en la comercialización y consumo de bienes y servicios es necesaria, especialmente en el actual contexto de la globalización económica, pues ella implica fortalecer y consolidar la posición de los consumidores y de las empresas respecto a sus responsabilidades en las relaciones de consumo.
Se pretende entonces, con la educación no formal desarrollar y promover programas que permitan influir, de forma efectiva, en la población consumidora y demás agentes económicos, con el propósito de lograr relaciones de consumo más equitativas, como consecuencia del cumplimiento de los derechos del consumidor y las correlativas obligaciones del comerciante. Para este efecto se promueve la realización de foros, talleres, conferencias, charlas y programas académicos permanentes, en coordinación con las cámaras empresariales, entidades de educación superior-públicas y privadas- de carácter técnico y de otra índole.
El Comercio es una actividad económica que surgió como una resultante histórica de la humanidad para poner a la disposición y libre selección de las personas, bienes y servicios que todos los seres humanos requieren para satisfacer las necesidades elementales de subsistencia.
Como actividad social, el comercio también se desarrolla mediante disposiciones legales que establecen los distintos estados. En el caso costarricense, es importante advertir la existencia de un cuerpo normativo, que si bien garantiza el libre ejercicio económico, el principio de libertad económica y la sana competencia, también establece con claridad los derechos de los consumidores y las obligaciones de los comerciantes.
De ese modo, el Estado costarricense procura que durante el ejercicio del comercio los agentes económicos no contravengan las disposiciones legales en perjuicio de los legítimos intereses del consumidor. Por ello, y como labor importante, el Ministerio de Economía, Industria y Comercio capacita al sector comercial del país, para que con pleno conocimiento de sus obligaciones ejerzan su actividad económica con absoluta transparencia.
La consigna que el MEIC ha pregonado a través de las distintas capacitaciones al sector comercial expresa la idea de que el cumplimiento de la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor (Ley 7472) constituye la mejor estrategia de mercado que sin duda les proveerá mejores resultados.
Es importante capacitar a los comerciantes porque serán conscientes de sus deberes y prohibiciones, y en esa dirección será posible un mercado que funciona sobre la base de relaciones armoniosas entre los diferentes agentes que integran el proceso económico, haciendo valer los derechos de los consumidores.
Con la educación de los comerciantes se pretenden los siguientes objetivos:
Capacitar a los comerciantes sobre las obligaciones y prohibiciones que deben observar y cumplir en el ejercicio de sus actividades económicas.
Promover en la cultura comercial el sentido de responsabilidad social empresarial, como una ventaja competitiva.
Informar a los comerciantes sobre cada uno de los derechos que tienen los consumidores.
Reflexionar con el sector comercial sobre la importancia que tiene una adecuada política de servicio al cliente en un contexto de gran competencia.
Informar a los comerciantes sobre las ventajas que tienen los distintos mecanismos de resolución alternativa de conflictos, así como los servicios que en tal sentido ofrece el MEIC.
El auge que ha tenido en los últimos años el comercio mundial ha permitido una abundante oferta de bienes y servicios que pone en evidencia, por un lado, mayores posibilidades de escogimiento de los mismos por parte de los consumidores, y por otro lado, la necesidad de que éstos se unan y se organicen para conocer y entender de mejor manera la actuales condiciones del mercado y poderlo enfrentar con éxito.
Los programas de educación del consumidor que realiza el MEIC fomenta la necesidad de que los consumidores se organicen para que estén bien informados sobre las particularidades del actual proceso económico, procurando que sean responsables y conscientes de los bienes y servicios que consumen.
La educación del consumidor es necesaria por las siguientes razones:
Porque en la mayoría de los casos, los consumidores no han recibido capacitación suficiente para actuar diligentemente en el mercado, con lo cual los hace más vulnerables ante ciertas prácticas abusivas de los comerciantes.
Porque generalmente está desinformado sobre las características y particularidades de los productos y los servicios, y muchas veces sucumben ante la publicidad engañosa.
Porque generalmente actúa en forma individual por lo que está expuesto frecuentemente al fraude y al abuso. De donde se desprende la necesidad de que se organicen para que sus opiniones sean escuchadas y puedan así defender sus derechos y representar sus legítimos intereses económicos y sociales.
Porque sus recursos económicos son por lo general escasos y mal administrados. Por ello, es importante capacitar a los consumidores sobre consejos de ahorro y presupuesto familiar.
Porque normalmente es un sujeto pasivo que acepta silenciosamente las condiciones muchas veces abusivas que se dan en el mercado. Ante esto, es importante que conozca sus derechos y los procedimientos administrativos y judiciales para denunciar todo tipo de abusos.
En ese sentido, el MEIC pretende, con la educación del consumidor, que éste, de manera sistemática, planee cuidadosamente cómo gastará su dinero a la luz de sus necesidades y no tanto de sus deseos; que examine cuidadosamente la calidad de sus compras; que confíe sus compras a comerciantes de buena reputación; que estudie o revise las etiquetas de los productos; que verifique el peso de los productos; que compre productos con criterios de racionalidad y en orden de prioridades; que compare precios, calidades, garantías y buen trato, y que antes de hacer las compras se procure la mayor información posible.
Con la educación del consumidor, el MEIC pretende los siguientes objetivos:
Formar en el consumidor actitudes diligentes y un comportamiento decisivo y protagonista en sus relaciones de compra de bienes y servicios, con pleno conocimiento de sus derechos y deberes.
Concienciar a los consumidores respecto a las nuevas condiciones económicas del mercado.
Destacar los beneficios del libre mercado.
Conocer los derechos y deberes del consumidor.
Reconocer la importancia y necesidad de la participación organizada de los consumidores.
Conocer los mecanismos y procedimientos para la defensa de los derechos del consumidor.
Propiciar una nueva cultura de consumo sobre la base de criterios racionales.